DAI América Latina

Día a día, los líderes cristianos de todo el mundo enfrentan diversas situaciones. Pobreza, corrupción, guerras, enfermedades, persecución y falta de acceso a una capacitación formal son solo algunos de los obstáculos que pueden conducir al fracaso de los líderes cristianos. Sabemos que cuando los líderes fracasan, las iglesias, las comunidades y organizaciones también fracasan; por ello, el deseo de DAI es animar a los líderes y proveerles las herramientas necesarias para que tengan éxito en su trabajo.

Programas

Educación

Mentoría

Consultoría

Facilitar Conexiones

Los programas de DAI están dirigidos por líderes locales de cada país donde DAI está presente. Estos hombres y mujeres tienen amplia experiencia y han sentido el llamado a ayudar a otros en su crecimiento. Ellos contextualizan y traducen los productos y programas de DAI para responder a las necesidades locales, o crean programas propios que posteriormente comparten con los demás países. El resultado es un grupo de líderes que aman a Dios más que al puesto o al poder, que conocen y comprenden Sus caminos, y que han aprendido a responder a las crisis mundiales, las guerras, la pobreza, los cambios, y las necesidades de su entorno.

Cursos de Liderazgo y Gerencia

Centros Ministeriales

Países

Líderes cristianos Servidos

Nuestra Misión

Fortalecer el compromiso con la integridad y mejorar la eficacia de los líderes cristianos en el mundo para que la iglesia pueda cumplir con su llamado a extender el reino de Dios.

Valores Fundamentales

Estamos comprometidos con la eficacia, humildad, integridad, cooperación, mentoría, integralidad, principios bíblicos, y el alcance a quienes tienen menos acceso a los recursos del Reino.

Historia

En 1990, dos distinguidos profesores creyeron que podían hacer una diferencia en las vidas y ministerios de líderes en países en proceso de desarrollo. Juntos, fundaron el Centro para la Excelencia Organizacional en la universidad Eastern College, de los Estados unidos. Su sueño era ayudar a mejorar la integridad y la eficacia de los líderes cristianos en todo el mundo.

El Dr. James Engel enseñó en Wheaton College por 18 años. Además de una carrera secular exitosa en investigación de mercados, se desempeñó como entrenador y consultor para más de 250 organizaciones cristianas en 60 países del mundo. A pesar de todo su éxito, en el Dr. Engel continuaba ardiendo una pasión por querer hacer algo más.

Mientras tanto, el Dr. David Fraser había estado significativamente expuesto a una variedad de líderes cristianos al servir como miembro del personal superior con responsabilidad por los pueblos no alcanzados para MARC , la División Internacional de Visión Mundial. También había servido por tres años con Mission Training and Resource Center, ayudando a desarrollar currículos y modelos de entrenamiento. Habiendo enseñado en más de 15 países, también sentía una pasión por el desarrollo efectivo de líderes.

Juntos, los dos emprendieron casi tres años adicionales de investigación en diversas partes del mundo para identificar las áreas clave de necesidad que debían ser abordadas para que líderes cristianos en países en vías de desarrollo sean más efectivos e impacten positivamente a sus comunidades.

Durante los siguientes cinco años, un currículo fue creado, sometido a prueba, modificado y nuevamente evaluado. Poco a poco se hizo claro que el aprendizaje interactivo por medio de historias, enfocado en hacer preguntas al líder y con requerimientos de aplicación práctica, realmente posibilita cambios en los líderes. Este método se centra en el aprendizaje y la transformación del líder y sus prácticas de liderazgo. Se reclutó personal y voluntarios, incluyendo hombres y mujeres con experiencia en las áreas más críticas, y así el ministerio comenzó a expandirse. Para posibilitar su crecimiento, la organización fue inscrita legalmente como una institución sin fines de lucro, y en 1996 cambió su nombre a Development Associates International (DAI).

Quiénes somos

Asociados Internacionales por el Desarrollo (DAI, por sus siglas en inglés), es una institución cristiana sin fines de lucro fundada en 1996. Desde sus inicios como organización no denominacional, DAI se ha centrado en vidas individuales, corazones individuales y circunstancias individuales, identificando que su misión es desarrollar la integridad y la eficacia de los líderes cristianos en todo el mundo, para que la Iglesia pueda cumplir su papel en la extensión del Reino de Dios.

Presente actualmente en más de 70 países alrededor del mundo, DAI se enfoca en alcanzar y servir a los líderes cristianos que tienen el menor acceso a recursos espirituales, humanos y prácticos. Las actividades de DAI se centran en cuatro áreas: Educación, Mentoría, Consultoría y Fomento de relaciones.

El método de DAI consiste en primero escuchar e investigar las necesidades reales de los líderes, luego diseñar herramientas que respondan adecuadamente a tales necesidades, y finalmente establecer un sistema local de distribución que les permita a los líderes locales tener acceso a tales herramientas. Cada curso y taller de DAI se ha creado de esta manera, incluyendo desde talleres de educación no formal en temas tales como liderazgo de servicio, mentoría, gestión financiera y educación de adultos, hasta un programa de Maestría en Liderazgo de las Organizaciones (MAOL), que en la actualidad cuenta con más de 1.000 alumnos matriculados alrededor del mundo.

En este contexto, los líderes cristianos locales crecen en integridad y eficacia mediante formación continua, mentoría, asesoría y el acceso a los recursos esenciales. Los programas de DAI siguen aumentando y evolucionando cada día, a medida que se identifica nuevas necesidades o que las necesidades actuales cambian.

Declaración de Fe

Hemos adoptado el Pacto de Lausana como nuestra Declaración de Fe.

EL PACTO DE LAUSANA

INTRODUCCIÓN
Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, provenientes de más de 150 naciones, que hemos participado en el Congreso Internacional sobre Evangelización Mundial en Lausana. Alabamos a Dios por Su gran salvación y nos regocijamos en la comunión que nos ha dado consigo mismo y del uno para con el otro. Impulsados al arrepentimiento por nuestros fracasos, y desafiados por la inconclusa tarea de la evangelización, nos sentimos profundamente conmovidos por las cosas que Dios está haciendo en nuestros días. Creemos que el Evangelio es la buena nueva de Dios para todo el mundo, y por Su gracia, estamos decididos a obedecer la comisión de Cristo, de proclamarlo a toda la humanidad, y hacer discípulos de todas las naciones. Deseamos, por lo tanto, afirmar nuestra fe y nuestra resolución y hacer público nuestro pacto.

1. EL PROPÓSITO DE DIOS
Afirmamos nuestra fe en un solo Dios eterno, como Creador y Señor del mundo, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, que gobierna todas las cosas según el propósito de Su voluntad. Él ha estado llamando, del mundo, un pueblo un pueblo par Sí, y enviándolo al mundo como siervos y testigos Suyos, para la extensión de Su Reino, la edificación el cuerpo de Cristo y la gloria de Su Nombre. Confesamos con vergüenza que a menudo hemos negado nuestro llamamiento y fallado en nuestra misión, conformándonos al mundo o separándonos de él. Sin embrago, nos regocijamos de que, aunque en vasos de barro, el Evangelio sigue siendo un precioso tesoro. A la tarea de dar a conocer ese tesoro, por el poder del Espíritu Santo, deseamos dedicarnos de nuevo.

Isa. 40:28; Mat. 28:19; Ef. 1:11; Hech. 15:15; Juan 17:6,18; Ef. 4:12; 1 Cor. 5:10; Rom. 12:2; 2 Cor. 4:7

2. AUTORIDAD Y PODER DE LA BIBLIA
Afirmamos la divina inspiración, fidelidad y autoridad de las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, sin error en todo lo que aseveran, y que son la única norma infalible de fe y conducta. Afirmamos también el poder de la Palabra de Dios para cumplir Su propósito de salvación. El mensaje de la Biblia se dirige a toda la humanidad, puesto que la revelación de Dios en Cristo y en las Escrituras es inalterable. Por medio de ella el Espíritu Santo sigue hablando hoy. El ilumina la mente del pueblo de Dios en cada cultura, para percibir la verdad nuevamente con sus propios ojos, y así muestra a toda la iglesia más de la multiforme sabiduría de Dios.

2 Tim. 3:16; 2 Pedro 1:21; Juan 10:35; Isa. 55:11; 1 Cor. 1:21; Rom. 1:16; Mat. 5:17,18; Judas 3, Ef. 1:17,18; 3:10,18.

3. SINGULARIDAD Y UNIVERSALIDAD DE CRISTO
Afirmamos que hay un solo Salvador y un solo Evangelio aunque existen diversos acercamientos a la evangelización. Reconocemos que todos los hombres tienen algún conocimiento de Dios por medio de Su revelación general en la naturaleza. Pero rechazamos también, como un insulto a Cristo y al Evangelio, toda clase de sincretismo y diálogo que implique que Cristo habla igualmente por medio de todas las religiones e ideologías. Jesucristo es el Dios-hombre que se entregó a Sí mismo como único mediador entre Dios y el hombre. No hay otro nombre en que podamos ser salvos. Todos los hombres perecen causa del pecado, pero Dios ama a todos los hombres y es Su deseo que ninguno perezca sino que todos se arrepientan. Sin embargo, los que rechazan a Cristo repudian el gozo de la salvación y se condenan a una eterna separación de Dios. Proclamar a Jesús como “El Salvador del mundo” no es afirmar que todos los hombres son salvos automática o finalmente, y menos aún afirmar que todas las religiones ofrecen la salvación en Cristo. Es mas bien, proclamar al mundo de los pecadores e invitar a todos los hombres a responder al El como Señor y Salvador en la entrega personal y auténtica del arrepentimiento y la fe. Jesucristo ha sido exaltado sobre todo nombre: esperamos el día cuando toda rodilla se doble ante El y toda lengua lo confiese como Señor.

Gál. 1:8,9; Rom. 1:18,32; 1 Tim. 2:5,6; Hech. 4:12; Juan 3:16-19; 2 Tes, 1:7-9; Juan 4:42; Mat. 11:28; Ef. 1:20,21; Fil.2:9-11.

4. NATURALEZA DE LA EVANGELIZACIÓN
Evangelizar es difundir la buena nueva de que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó de los muertos según las Escrituras, y que ahora como el Señor que reina ofrece el perdón de los pecados y el don liberador del Espíritu Santo a todos los que se arrepienten y creen. Nuestra presencia cristiana en el mundo es indispensable para la evangelización; también los es un diálogo cuyo propósito sea escuchar con sensibilidad a fin de comprender. Pero la evangelización es la proclamación misma del Cristo histórico y bíblico como Salvador y Señor, con el fin de persuadir a las gentes a venir a El personalmente y reconciliarse con Dios. Al hacer la invitación del Evangelio, no tenemos la libertad para ocultar o rebajar el costo del discipulado. Jesús todavía llama, a todos los que quieran seguirlo, a negarse a sí mismos, tomar su cruz e identificarse con su nueva comunidad. Los resultados de la evangelización incluyen la obediencia a Cristo, la incorporación en Su iglesia y el servicio responsable en el mundo.

1 Cor. 15:3,4; Hech. 2:32-39; Juan 20:21; 1 Cor. 1:23; 2 Cor. 4:5; 5:11-20; Luc. 14:25-33; Mar. 8:34; Hech. 2:40,47; Mar. 10:43-45

5. RESPONSABILIDAD SOCIAL CRISTIANA
Afirmamos que Dios es tanto el Creador como el Juez de todos los hombres. Por lo tanto, debemos compartir Su preocupación por la justicia y la reconciliación en toda la sociedad humana, y por la liberación de todos los hombres de toda clase de opresión. La humanidad fue hecha a la imagen de Dios; consecuentemente, toda persona, sea cual sea su raza, religión, color, cultura, clase, sexo, o edad tiene una dignidad intrínseca, en razón de la cual debe ser respetada y servida, no explotada. Expresamos además nuestro arrepentimiento, tanto por nuestra negligencia, como por haber concebido, a veces, la evangelización y la preocupación social como cosas que se excluyen mutuamente. Aunque la reconciliación con el hombre no es lo mismo que la reconciliación con Dios, ni el compromiso social es lo mismo que la evangelización, ni la liberación política es lo mismo que la salvación, no obstante afirmamos que la evangelización y la acción social y política son parte de nuestro deber cristiano. Ambas son expresiones necesarias de nuestra doctrina de Dios y del hombre, de nuestro amor al prójimo y de nuestra obediencia a Jesucristo. El mensaje de la salvación implica también un mensaje de juicio a toda forma de alienación, opresión y discriminación, y no debemos temer el denunciar el mal y la injusticia dondequiera que existan. Cuando la gente recibe a Cristo, nace de nuevo en Su Reino y debe manifestar a la vez que difundir Su justicia en medio de un mundo injusto. La salvación que decimos tener, debe transformarnos en la totalidad de nuestras responsabilidades, personales y sociales. La fe sin obras es muerta.

Hech. 17:26,31; Gén. 18:25; Isa. 1:17; Sal. 45:7; Gén. 1:26,27; Sant. 3:9; Lev. 19:18; Luc. 6:27,35; Sant. 2:26-26; Juan 3:3,5; Mat. 5:20; 6:33; 2 Cor. 3:18.

6. LA IGLESIA Y LA EVANGELIZACIÓN
Afirmamos que Cristo envía a los redimidos al mundo así como el Padre lo envió a El, y que ello exige una similar penetración profunda y costosa en el mundo. Necesitamos salir de nuestros ghettos eclesiásticos y penetrar en la sociedad no cristiana. En la misión de la Iglesia, que es misión de servicio sacrificial, la evangelización ocupa el primer lugar. La evangelización mundial requiere que toda la Iglesia lleve todo el Evangelio a todo el mundo. La Iglesia está en el corazón mismo del propósito cósmico de Dios y es el instrumento que El ha designado para la difusión del Evangelio. Pero una Iglesia que predica la cruz debe el misma estar marcada por la cruz. Se convierte en una piedra de tropiezo para la evangelización cuando traiciona al Evangelio o carece de una fe viva en Dios, un genuino amor a los hombres, o una escrupulosa honradez en todas las cosas, incluyendo la promoción y las finanzas. La Iglesia es la comunidad del Pueblo de Dios, mas bien que una institución, y no debe identificarse con una cultura, sistema social o político, o ideología humana particular.

Juan 17:18, 20-21; Mat. 29:19-20; Hech. 1:8; 20:27; Ef. 1:9; 3:9-11; Gál. 6:14,17; 2 Cor. 6:3,4; 2 Tim. 2:19-21; Fil. 1:27.

7. COOPERACIÓN EN LA EVANGELIZACIÓN
Afirmamos que la unidad visible de la Iglesia en la verdad es el propósito de Dios. La evangelización también nos invita a la unidad, puesto que la unidad fortalece nuestro testimonio, así como nuestra falta de unidad menoscaba nuestro evangelio de reconciliación. Reconocemos, sin embargo, que la unidad organizacional puede tomar muchas formas y no necesariamente sirve a la causa de la evangelización. No obstante, los que compartimos la misma fe bíblica, debemos estar estrechamente unidos en comunión, trabajo y testimonio. Confesamos que nuestro testimonio ha estado a veces marcado por un individualismo pecaminoso y una duplicación innecesaria. Nos comprometemos a buscar una unidad más profunda en la verdad, la adoración, la santidad y la misión. Urge el desarrollo de una cooperación regional y funcional para el avance de la misión de la iglesia, el planeamiento estratégico, el ánimo mutuo y el compartir de recursos y experiencia.

Juan 17:21,23; Ef. 4:3,4; Juan 13:35; Fil. 1:27; Juan 17:1-23.

8. LA IGLESIA Y EL COMPAÑERISMO EN LA EVANGELIZACIÓN
Nos gozamos de que una nueva era misionera haya empezado. El viejo modelo de dominación occidental está desapareciendo rápidamente. Dios está levantando de las iglesias jóvenes, grandes y nuevos recursos para la evangelización mundial, y está demostrando así que la responsabilidad de evangelizar pertenece a todo el cuerpo de Cristo. Todas las iglesias, por lo tanto, deben preguntar a Dios y preguntarse a sí mismas lo que deben hacer para evangelizar su propia área y enviar misioneros a otros países del mundo. Le evaluación de nuestra responsabilidad y la tarea misionera debe ser continua. Así crecerá el compañerismo entre las iglesias y se manifestará, con mayor claridad, el carácter universal de Cristo. También damos gracias a Dios por todas las agencias que trabajan en la traducción de la Biblia, la educación teológica, los medios masivos de comunicación, la literatura cristiana, la evangelización, las misiones, la renovación de la iglesia y otros campos especializados. Ellas también deben empeñarse en una autocrítica constante, a fin de evaluar su efectividad como parte de la misión de la Iglesia.

Rom. 1:18; Fil. 1:5; 4:15; Hech. 13:1-3; 1 tes. 1:6-8.

9. LA URGENCIA DE LA TAREA DE EVANGELIZACIÓN
Más de 2700 millones de personas, es decir, más de las dos terceras partes de la humanidad, no han sido evangelizadas todavía. Nos avergonzamos de que tantas personas hayan sido descuidadas; esto es un continuo reproche para nosotros y para toda la iglesia. Hoy, sin embargo, hay muchas partes del mundo en que hay una receptividad sin precedentes frente al Señor Jesucristo. Estamos convencidos, de que es el momento en que las iglesias y las agencias para-eclesiásticas oren fervientemente, por la salvación de los inconversos, e inicien nuevos esfuerzos para realizar la evangelización del mundo. Una reducción del número de misioneros y de fondos procedentes del exterior, puede ser a veces necesario para facilitar, en un país evangelizado, el crecimiento de una iglesia nacional que tiene confianza en si misma, y para desplazar recursos a otras áreas no evangelizadas. Debe haber un libre intercambio de misioneros, de todos los continentes a todos los continentes, en un espíritu de servicio humilde. La meta debe ser, por todos los medios disponibles y en el más corto plazo posible, que toda persona tenga la oportunidad de escuchar, entender y recibir la Buena Nueva. No podemos esperar alcanzar esta meta sin sacrificio. Todos nos sentimos sacudidos por la pobreza de millones de personas y perturbados por las injusticias que la causan. Los que vivimos en situaciones de riqueza aceptamos nuestro deber de desarrollar un estilo de vida simple a fin de contribuir más generosamente tanto a la ayuda material como a la evangelización.

Jua 9:4; Mat. 9:36-38; Rom. 9:1–9; 1 Cor. 9:19-23; Mat. 16:15; Isa. 58:6,7; Sant. 1:27; 2:1-9; Mat. 25:31-46; Hech. 2:44,45; 4:34,35.

10. EVANGELIZACIÓN Y CULTURA
El desarrollo de la estrategia para la evangelización mundial requiere imaginación en el uso de métodos. Con la ayuda de Dios, el resultado será el surgimiento de iglesias enraizadas en Cristo y estrechamente vinculadas a su cultura. La cultura siempre debe ser probada y juzgada por las Escrituras. Puesto el hombre es una criatura de Dios, algunos de los elementos de su cultura son ricos en belleza y bondad. Pero debido a la caída, toda su cultura está mancillada por el pecado y algunos de sus aspectos son demoníacos. El evangelio no presupone la superioridad de una cultura sobre otras, sino que evalúa a todas las culturas según sus propios criterios de verdad y justicia, e insiste en principios morales absolutos en cada cultura. Las misiones, con mucha frecuencia, ha exportado una cultura extraña junto con el Evangelio, y las iglesias han estado más esclavizadas a la cultura que sometidas a las Escrituras. Los evangelistas de Cristo deben tratar, humildemente, de vaciarse de todo, excepto de su autenticidad personal, a fin de ser siervos de los demás, y las iglesias deben tratar de transformar y enriquecer su cultura, todo para la gloria de Dios.

Mar. 7:8,9,13; Gén. 4:21,22; 1 Cor. 9:19-23; Fil. 2:5-7; 2 Cor. 4:5

11. EDUCACIÓN Y LIDERAZGO.
Confesamos que, a veces, hemos buscado un crecimiento de la Iglesia a expensas de la profundidad, y hemos divorciado la evangelización del crecimiento cristiano. Reconocemos también que algunas de nuestras misiones han sido lentas en cuanto a equipar y animar a los líderes nacionales para que asuman las responsabilidades a que tienen derecho. Sin embargo, aceptamos los principios de autocrítica y anhelamos que cada iglesia tenga líderes nacionales que manifiesten un estilo cristiano de liderazgo, no en términos de dominio, sino de servicio. Reconocemos que hay mucha necesidad de mejorar la educación teológica, esencialmente para los líderes de la iglesia. En cada nación y cultura debe haber un programa efectivo de entrenamiento para pastores y laicos, en doctrina, discipulado, evangelización, crecimiento y servicio. Tales programas de entrenamiento no deben depender de una metodología estereotipada, sino que deben desarrollarse según iniciativas locales creadoras en conformidad con las normas bíblicas.

Col. 1:27,28; Hechos 14:23; Tito 1:5,9; Mar. 10:42-45; Ef. 4:11,12

12. CONFLICTO ESPIRITUAL
Creemos que estamos empeñados en una constante batalla espiritual contra los principados y potestades del mal, que tratan de destruir a la iglesia y frustrar su tarea de evangelización mundial. Conocemos nuestra necesidad de tomar toda la armadura de Dios y pelear esta batalla con las armas espirituales de la verdad y la oración, ya que percibimos la actividad de nuestro enemigo, no sólo en las falsas ideologías fuera de la Iglesia, sino también dentro de ellas, en los evangelios falsos que tergiversan las Escrituras y colocan al hombre en el lugar de Dios. Necesitamos vigilancia y discernimiento para salvaguardar el Evangelio Bíblico. Reconocemos que nosotros mismos no estamos inmunes a la mundanalidad en el pensamiento y en la acción, es decir, una contemporización con el secularismo. Por ejemplo, aunque los estudios del crecimiento de la Iglesia, tanto numérico como espiritual, tienen su lugar cuando se hacen con cuidado, a veces los hemos descuidado. Otras veces, en el deseo de asegurar una respuesta al evangelio, hemos acomodado nuestro mensaje, hemos manipulado a nuestros oyentes por medio de técnicas de presión y nos hemos preocupado demasiado de las estadísticas y hasta hemos sido deshonestos en el uso que hemos hecho de ellas. Todo esto es mundanal. La Iglesia debe estar en el mundo, pero el mundo no debe estar en la Iglesia.

Ef. 6:12; 2 Cor. 4:3,6; Ef. 6:11, 13-18; 2 Cor. 10:3-5; 1 Juan 2:18-25; 4:1-3; Gál. 1:6-8; 2 Cor. 2:17; 4:2; Juan 17:5

13. LIBERTAD Y PERSECUCIÓN
Es un deber señalado por Dios, que todo gobierno debe asegurar condiciones de paz, justicia y libertad, en las cuales la Iglesia pueda obedecer a Dios, servir al Señor Jesucristo, y predicar el Evangelio sin impedimento. Por lo tanto, oramos por los gobiernos nacionales y les hacemos un llamado para que garanticen la libertad de pensamiento y de conciencia, y la libertad de practicar y propagar la religión, de acuerdo con la voluntad de Dios en los términos establecidos en la Declaración Universal de los Derechos humanos. Expresamos también nuestra preocupación profunda por quienes sufren prisión injustamente, y especialmente por nuestros hermanos que sufren por el testimonio del Señor Jesús. Prometemos orar y trabajar por su libertad. Al mismo tiempo que no nos dejaremos intimidar por lo que les suceda a ellos. Con la ayuda de Dios, también nosotros procuraremos mantenernos firmes contra la injusticia y permanecer fieles al Evangelio cualquiera sea el costo. No olvidemos la advertencia de Jesús de que la persecución es inevitable.

1 Tim. 1:1-4; Hech. 4:19; 5:29; Col. 3:24; Heb. 13:1-3; Luc. 4:18; Gál. 5:11; 6:12; Mat. 5:10-12; Juan 15:18-21

14. EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO
Creemos en el poder del Espíritu Santo. El Padre envió a Su Espíritu para dar testimonio de Su Hijo; sin el testimonio de EL nuestro testimonio es vano. La convicción de pecado, la fe en Cristo, el nuevo nacimiento y el crecimiento cristiano, son todos obra Suya. Más aún, el Espíritu Santo es un Espíritu misionero, y por ello la evangelización debiera brotar de una iglesia que está llena del Espíritu. La evangelización mundial será una posibilidad realista, sólo cuando el Espíritu renueve a la Iglesia en sabiduría, fe, santidad, amor y poder. Por lo tanto, hacemos un llamado a todos los cristianos, para que oren, a fin de que venga una visitación del Espíritu de Dios, de modo que todo Su fruto se vea en Su pueblo, y que todos Sus dones enriquezcan al cuerpo de Cristo. Sólo entonces, la Iglesia toda llegará a ser instrumento adecuado en Sus manos, para que el mundo entero oiga la voz de Dios.

1 Cor. 2:4; Juan 15:26,27; 16:8-11; 1 Cor. 12:3; Juan 3:6-8; 2 Cor. 3:18; Juan 7:37-39; 1 Tes 5:19; Hech. 1:8; Sal. 85:4-7; 67:1-3; Gál. 5:22,23; 1 Cor. 12:4-31; Rom. 12:3-8

15. LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Creemos que el Señor Jesucristo regresará en forma personal y visible, en poder y gloria, para consumar Su salvación y Su Juicio. Esta promesa de Su venida, nos impulsa poderosamente a evangelizar, porque recordamos Sus palabras que es necesario que el Evangelio sea predicado a todas las naciones. Creemos que en el período que media entre la ascensión de Cristo y Su segunda venida, la misión del pueblo de Dios tendrá que completarse y que no podemos detenernos antes del fin. También recordamos Su advertencia de que surgirán falsos profetas y falso cristos como precursores del Anticristo final. Por lo tanto, rechazamos todo sueño autosuficiente y arrogante de que el hombre podrá construir una utopía en la tierra. Nuestra confianza cristiana es que Dios perfeccionará Su reino, y esperamos con gran expectativa el día en que habrá nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales morará la justicia y Dios reinará para siempre. Entre tanto, nos dedicamos de nuevo al servicio de Cristo y de los hombres, sometiéndonos gozosamente a Su autoridad sobre la totalidad de nuestras vidas.

Mar. 14:62; Heb. 9:28; Mar. 13:10; Hech.1:8-11; Mat. 28:20; Mar. 13:21-23; Juan 2;18; 4:1-3; Luc. 12:32; Apoc. 21:1-5; 2 Pedro 3:13; Mat. 28:18

CONCLUSIÓN
Por tanto, teniendo en cuenta nuestra fe y nuestra resolución, hacemos pacto solemne con Dios y con nuestros hermanos, de orar, planear y trabajar juntos para la evangelización de todo el mundo. Hacemos un llamado a cuantos quieran unirse a nosotros.

QUE DIOS NOS AYUDE POR SU GRACIA Y PARA SU GLORIA A SER FIELES A ESTE PACTO! Amén, Aleluya.

Testimonios

El Curso de Liderazgo de Servicio ha sido un manantial de agua fresca, llena de vida y sabiduría. En este espacio he podido conocerme mejor como persona y como sierva, evaluar mis errores, entender mis fortalezas y proyectarme hacia el futuro. Es una herramienta de primer nivel para revisar, mejorar y planificar tu liderazgo personal y organizacional. He entendido que el liderazgo que nos ha sido entregado es algo que requiere mucha responsabilidad y diligencia de nuestra parte. Esto me hizo evaluar con temor delante de Dios ¿Dónde estoy hoy? ¿Soy la persona que Dios espera? ¿Qué me motiva al liderar? Me encanta en este curso recibir dirección e inspiración de los maestros. Su preparación, humildad y dinamismo hacen que la clase pase del conocimiento a la acción. Finalmente, aprecio la posibilidad de compartir con siervos de diferentes trasfondos y opiniones, que vienen a enriquecer la jornada.

Gabriela Viteri
Obrera de Comunicaciones; Iglesia Evangélica de Iñaquito; Ecuador

Lo que he recibido por medio de DAI ha sido muy impactante, ya que me ha permitido aprovechar mis talentos. Me veía a mí misma con muchas limitaciones, pero en DAI me han empoderado y animado. Ahora puedo hacer mi trabajo de mejor manera con el equipo que viaja conmigo al sur del país, así como con la comunidad a la que servimos, plagada de delincuencia y con muchas familias disfuncionales. He puesto en práctica lo que he aprendido en los cursos de DAI, y me ha dado un gran resultado en la comunidad. Lo uso con las madres de familias y con el grupo de jóvenes de la comunidad. En los comentarios de ellos se refleja que el cambio es positivo. No tengo palabras para expresar mi agradecimiento… han sacado lágrimas de gratitud para Dios por ponerles en mi vida.

Ericka Plaza
Misionera de IEVI en Ecuador

Los eventos de DAI en los que he participado me han servido de mucho, pues me han ayudado a conocerme mejor y a entender mi propio estilo de liderazgo. Mi estilo es cooperador de equipo, pero antes yo creía que no era tan importante el tipo de liderazgo que uno ejerce. También he podido entender cómo es el liderazgo que Dios quiere que yo ejerza; cómo cada uno de los colaboradores de RiverWind es clave en el equipo; y de qué forma el aporte que realiza cada uno de ellos es vital para el desarrollo de toda la asociación. Lo que hemos aprendido con DAI también lo estamos incluyendo en el entrenamiento de los líderes indígenas Shipibo. Esto está siendo de mucha ayuda y bendición para ellos, que ahora comprenden cómo es el líder que Dios quiere que ellos sean.

Martha Elizabeth Hidalgo
Maestra de ciencias naturales y facilitadora a indígenas Shipibo; Ministerio RiverWind, Pucallpa, Perú.

Los eventos de DAI en los que he participado me han servido de mucho, pues me han ayudado a conocerme mejor y a entender mi propio estilo de liderazgo. Mi estilo es cooperador de equipo, pero antes yo creía que no era tan importante el tipo de liderazgo que uno ejerce. También he podido entender cómo es el liderazgo que Dios quiere que yo ejerza; cómo cada uno de los colaboradores de RiverWind es clave en el equipo; y de qué forma el aporte que realiza cada uno de ellos es vital para el desarrollo de toda la asociación. Lo que hemos aprendido con DAI también lo estamos incluyendo en el entrenamiento de los líderes indígenas Shipibo. Esto está siendo de mucha ayuda y bendición para ellos, que ahora comprenden cómo es el líder que Dios quiere que ellos sean.

Miguel Olivares
Pastor general, Iglesia Bautista el Buen Pastor; Ciudad Juárez, Chihuahua, México

Quiero agradecer a Dios por el trabajo de DAI. La capacitación de Liderazgo de Servicio fue de gran bendición: los temas de edificación, el método práctico, y los facilitadores muy bien preparados. Después del taller hubo cambios considerables en la iglesia. Cada uno de nosotros se sabe ahora convocado por Dios para esta labor. Incluso ha cambiado la organización misma de la iglesia: formamos un comité de liderazgo, y ahora presentamos, analizamos y tomamos decisiones de manera colegiada. ¡Muchas Gracias!

Miguel Olivares
Pastor general, Iglesia Bautista el Buen Pastor; Ciudad Juárez, Chihuahua, México

Los cursos de DAI me han enseñado a conocerme a mi mismo para mejorar tanto en lo personal, como en mi trabajo de equipo. He aprendido que puedo implementar nuevas estrategias y crear un iderazgo firme, que funcione bien con diferentes personalidades y estilos dentro de mi equipo de trabajo. He aprendido que debo delegar responsabilidades, pero que también debo mentorear a otras personas, ayudándoles a descubrir al líder efectivo que eloos pueden llegar a ser. Ahora entiendo la importancia de que yo, como líder de grupo, mejore en esas áreas en las que aún tengo trabajo pendiente.

Uzías Pavón
Ministerios ECS; Managua, Nicaragua.

En las capacitaciones de DAI, me ha impactado comprender qué es en realidad un equipo y cómo funciona el trabajo en equipo. He aprendido a ser un líder, he descubierto mi estilo de liderazgo, y he venido a comprender que somos diferentes y tenemos diferentes estilos, pero que aun así podemos unirnos para hacer una fuerza poderosa. Las capacitaciones de DAI han tenido un impacto positivo en mi vida y en nuestra iglesia, influenciándonos para crecer cada día en nuestra vida espiritual. Agradezco profundamente y con todo mi corazón, a los que hacen posible el trabajo de DAI.

Víctor Raúl Utia
Misionero a comunidades shipibas y asháninkas en alto Ucayali; Centro Evangélico Misionero de Yarinacocha, Pucallpa, Perú.

Nuestro Equipo

Jane Overstreet

Presidenta y Directora Ejecutiva

Jane comenzó a servir en DAI en 1996, junto a los cofundadores de la organización, Jim Engel y David Fraser. En 1999 fue nombrada presidenta/directora ejecutiva de DAI. Antes de DAI, Jane sirvió por muchos años como directora de servicios legales para Juventud con una Misión Internacional (JUCUM), cuando vivía en Oriente Medio y Europa. Durante esa época, también ofrecía consultoría legal para varias organizaciones cristianas. Jane ha publicado manuales en varios temas de carácter legal, tales como impuestos, prevención de abuso infantil, e inmigración.

Jane es miembro del Colegio de Abogados de Estados Unidos y del Colegio de Abogados de Colorado; sirve en la Junta Directiva de varias organizaciones sin fines de lucro, y es miembro del Grupo de Trabajo de Desarrollo de Liderazgo del Movimiento de Lausana.

Jane obtuvo una licenciatura en trabajo social en Oral Roberts University, y un doctorado en jurisprudencia en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Tulsa, Oklahoma, en Estados Unidos.

También ha realizado estudios adicionales de posgrado en leyes internacionales en el campus europeo de la Escuela de Jurisprudencia de University of the Pacific, y en desarrollo económico mundial en Eastern University.

David Johnson

Director Regional, América Latina

David comenzó a servir como Consultor Principal en América Latina en septiembre de 2008, luego de haber trabajado en HCJB Global por catorce años. A comienzos de 2015, fue nombrado Director Regional para América Latina.

El enfoque de David es iniciar, diseñar y desarrollar el ministerio de DAI en medio de la diversidad de América Latina.

Tras completar sus estudios de pregrado, David invirtió seis años jugando y entrenando a jugadores de fútbol con Atletas en Acción y dos equipos de la Liga Mayor de Fútbol Bajo Techo en Estados Unidos. Luego comenzó a trabajar en Azusa Pacific University sirviendo en varios puestos académicos y administrativos. En 1996, fue nombrado Director Ejecutivo de HCJB Global y sirvió como presidente de la organización desde 2001 hasta 2008.

David tiene un título en Trabajo Social, una maestría en liderazgo de organizaciones otorgada por Azusa Pacific University, y actualmente está haciendo un doctorado en liderazgo estratégico en Regent University, Virginia, Estados Unidos.

Esaú Aguilar

Director del Centro Ministerial – México

Esaú se unió formalmente a DAI en 2015, luego de obtener un grado en teología por el Seminario Todas Las Naciones, en Ciudad Juárez, México, donde también desarrolló por varios años el ministerio docente, al tiempo que colaboró como secretario académico. Actualmente, Esaú está cursando una Maestría en Liderazgo Cristiano con la universidad ProMETA.

Esaú ha servido como pastor general en dos iglesias, y al lado de su esposa actualmente está plantando una nueva congregación en el estado de Aguascalientes, México, donde también realizan trabajo comunitario con grupos de niños, hombres y mujeres.

La pasión de Esaú es acompañar y desarrollar a pastores jóvenes de iglesias pequeñas que viven la necesidad de prepararse y contar con herramientas adecuadas para desarrollar su ministerio. Al llevar a cabo esta labor, Esaú ha tenido la oportunidad de adentrarse en asuntos tales como la organización de ministerios en la iglesia, el discipulado, la espiritualidad, y el carácter del líder cristiano.

Arthur Denyer

Director del Centro Ministerial – Costa Rica

Arthur se unió al equipo de DAI en 2015 para liderar el avance del ministerio en Costa Rica. Su énfasis en DAI es llevar opciones de formación relevantes y contextualizadas a aquellos líderes que usualmente tienen un menor acceso a esos recursos.

Psicólogo de formación, Arthur ha trabajado por 24 años como investigador de mercados y consultor en desarrollo de productos y conducta del consumidor.

Arthur ha servido por 18 años como formador de líderes y facilitadores, ha servido por 10 años como conferencista e instructor en habilidades blandas y en desarrollo personal, y está certificado como coach y como director espiritual. A Arthur le apasiona la formación integral de los líderes cristianos, así como el cuidado pastoral persona a persona.

Dick y Ruth Robinson

Directores del Centro Ministerial – Perú

Dick y Ruth se unieron oficialmente a DAI en 2017, aunque forman parte activa de los eventos y actividades de DAI desde 2015.

Dick Robinson sirvió por 30 años como pastor de una iglesia en Elmbrook, en Brookfield, WI, Estados Unidos. Durante los últimos 15 años de su ministerio pastoral con la iglesia de Elmbrook, Dick desarrolló talleres y conferencias en diferentes continentes, y especialmente en África durante tiempos de conflicto, llevando allí seminarios de reconciliación. Dick tiene una Maestría en Filosofía de la Religión por el Trinity Seminary, y cumplió estudios de Doctorado en Filosofía en la Universidad de Marquette.

Ruth Hidalgo de Robinson, profesora de profesión, sirvió activamente por más 12 años en su iglesia local, desempeñándose en el discipulado para diversos grupos de edad, así como en la formación de líderes. Ruth sirvió también por 6 años en el ministerio de Perú para Cristo, y por 10 años trabajó como misionera de Recursos Para Liderazgo Internacional (LRI).

En la actualidad, Dick y Ruth concentran sus esfuerzos en el ministerio de entrenamiento y discipulado de líderes indígenas del Perú, así como en la formación de líderes cristianos en general.

Ana María Ampuero

Directora del Centro Ministerial – Ecuador

Ana María se integró oficialmente al equipo de DAI en 2017. Sin embargo, desde 2013 ha participado activamente en la Red Fraterna de Equipamiento Ministerial (REFEM), que es la alianza estratégica de DAI y la agencia Reach Beyond con la iglesia local de Ana María en el Ecuador. Precisamente, es a partir del trabajo de Ana María con REFEM que surge el Centro Ministerial de DAI en Ecuador, actualmente en desarrollo bajo su dirección. Adicionalmente, Ana María colabora con el programa de Maestría en Desarrollo Organizacional (MAOL) de DAI en América Latina.

Ana María es socióloga y máster en banca de desarrollo por The American University; es máster en estudios cristianos por Regent College; graduada del Programa de Alta Gerencia de INCAE, en Costa Rica; docente, teóloga y biblista. Ha ocupado cargos directivos en organizaciones nacionales e internacionales, tanto públicas como privadas. Ana María es coautora del libro Ética para Todos, publicado por Editorial Planeta.

Ana María conoció al Señor a los 24 años, y desde muy temprano se involucró en el servicio al Señor, principalmente discipulando y enseñando a jóvenes, mujeres y profesionales. Desde 2006, Ana María es pastora en la Iglesia Evangélica de Iñaquito (IEVI) y en varios períodos (incluyendo ahora) Vicepresidenta de su Consejo Directivo. Ana María es viuda y madre de dos hijos, su hijo Pablo vive todavía y la acompaña en Quito, Ecuador.

Américo Saavedra

Consultor

Américo Saavedra es peruano y sirve en América Latina, es misionero con Reach Beyond. Américo tiene una maestría en ministerios educacionales otorgada por la Universidad Wheaton College, de Wheaton, Illinois, Estados Unidos.

En 1992, Américo fundó APOYO, un ministerio de formación pastoral con alcance continental. Su pasión por ver iglesias dinámicas y marcadas por una visión misionera le hizo concebir “Misión a Bordo”, una iniciativa que pronto se convirtió en un evento catalizador para las misiones en América Latina.

Américo y su esposa Kathy tienen tres hijos adultos, quienes también están involucrados en las misiones transculturales.

Abadias Ladino Espinosa

Director del Centro Ministerial – Colombia

Abadías se involucró con DAI desde 2010, procurando inicialmente la formación del equipo de pastores de la Iglesia Unión Misionera Evangélica Colombiana (IUMEC), que tiene establecidas alrededor de 140 congregaciones en el país. Desde 2017, Abadías se integró al equipo para coordinar el ministerio de DAI en el país.

Abadías, de profesión administrador de Empresas, es pastor de una Iglesia local de IUMEC en la ciudad de Santiago de Cali. Abadías es Bachiller en Teología, tiene una especialización en Cuidado Psicoespiritual por la Universidad Bautista de Colombia, y actualmente cursa estudios de maestría en Ciencias de la Organización en la colombiana Universidad del Valle.

Abadias ha sido pastor en IUMEC por más de treinta años y ejerció como presidente nacional de esta denominación entre 2009 y 2016. Ha servido como docente por más de diez años, y su proyección es contribuir a la formación de líderes genuinos y constructores de una nueva realidad espiritual y social en el entorno latinoamericano.

 

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